Que sepa todo el mundo que me voy a ver a The Cure a Madrid... muhahaha.

Siento esta larga ausencia... bla, bla, bla.

Estoy profundamente enferma en el plano físico, en el mental... bueno, aun no es demasiado grave.

El título ya os da la información más importante: el próximo día 6 de marzo mi querida hermana y yo nos piramos a Madrid a ver auno de los mejores grupos sobre la faz de la tierra: mis amados "The cure" (*aplausos, aplausos*)

Dicho esto: ¿alguien se ofrece a acogernos caritativamente en su casa por el módico precio de 0 Euros?)

¿Nadie?

En otro orden de cosas:

os dejo con uno de los mejores relatos (en mi humilde opinión) que he escrito.

Por capitulos, para dejaros con la intriga.

Su título es:

SOÑAR

1er capítulo:

Detrás de cada esquina podía olerse el dulce aroma a sabiduría.
Llovía trémulamente sobre las calles de Salamanca, pero ella llevaba el alma desnuda y bailaba al son de las gotas.
Mostraba sus sentimientos en los callejones en penumbra y en los más iluminados flotaba sobre las gotas que se esparcían tiernamente por el suelo.
Era tan inteligente que los fantasmas de la noche la seguían admirados, y le daban la mano para que ella los condujera por las sombras, a cualquier parte.
Su nombre era Daroga.
Sus rizos negros reposaban empapados sobre su frente.
Otros fantasmas se unieron a la comitiva para averiguar de qué se trataba aquello que despertaba tanta admiración y curiosidad en los otros.
Era una simple muchacha con un lunar en el ojo izquierdo…
Ella caminaba y caminaba, se reía, saltaba, se encaramaba a las farolas y a los árboles, sólo quería sentir las gotas, delicadas como ósculos, en su rostro agotado por la alegría.

De repente se paró, ya todo había terminado.
Se sucedieron en sus oídos, secuencias de sonidos que ella conocía bien.

“El hombre sapo salía de su reino en aquellos momentos”
“¿¡Sabe!?, ¡pensé que los unicornios eran criaturas imaginadas, con poderes extraordinarios…”
“Haydeé, ¡oh, que nombre tan adorable! ¿Puede haber mujeres que se llamen Haydeé, además de las que así se llaman en los poemas de Byron?”
“Muchos son mis nombres en numerosos países. Mithrandir entre los elfos, Tharkun para los enanos; Olórin era en mi juventud en el Oeste, que nadie recuerda, Incánus en el Sur, Gandalf en el Norte; al Este nunca voy”
“Todos los humanos odian a quienes son infelices. ¡Cuánto odio debo despertar yo que soy el más infeliz de los seres vivientes…!”
“…Libera me, Domine, de morte alterna in die illa tremenda quando caeli movendi sunt et terra dum veneris, volicare saeculum per ignem…”